Alonso, Toyota y Le Mans, alianza de intereses

Hace sólo unos días Fernando Alonso explicó que su sueño u objetivo es el de ser el mejor piloto de la historia y ello le obliga a trazarse un camino específico para ello.

El igualar los títulos y victorias en Fórmula 1 de Michael Schumacher parece en estos momentos difícil, el tiempo corre en contra del asturiano, pero hay otras formas de llegar a ser reconocido como tal. Una de ellas ya es conocida por todos los aficionados: conseguir la triple corona: ganar el Gran Premio de Mónaco, conquistar las 24 horas de Le Mans e imponerse en las 500 Millas de Indianápolis. Sólo Graham Hill la ha conseguido. Sólo Juan Pablo Montoya, ganador en Mónaco e Indy, está en condiciones de conquistarla y de hecho intentó un acercamiento a Porsche y para 2018 en lugar de estar en Indycar correrá en resistencia en Estados Unidos.

Alonso ha ganado Mónaco –y el título mundial de F1, que Montoya no tiene pero Hill sí que tenía y más de uno– y se ha demostrado que es capaz de ganar en Indianápolis, pero las 500 Millas son un objetivo complicado, precisamente porque coinciden con las fechas de Mónaco. Si esta temporada no le importó 'saltarse' la prueba monegasca fue, sin duda, porque la falta de competitividad del McLaren-Honda no permitía conseguir un resultado de cierto nivel en Mónaco, pero está claro que en 2018 no se produce –o al menos así creen y esperan– esta circunstancia. Los de Woking llevarán el próximo año un motor Renault y vistos los resultados de Red Bull con dicho propulsor y la convicción del español de que el chasis McLaren puede estar al menos a la altura del de los austríacos, le 'obligan' a correr en el Principado.

Pero Le Mans es otra cosa. Fernando, desde que asistió a la carrera para dar la salida y tuvo a su amigo Marc Gené –el único español ganador absoluto de la prueba– de 'cicerone', quedó prendado por la carrera y por si fuera poco tiene a su mejor amigo –al menos en las carreras–, Antonio García, como experto en la carrera francesa… y también en Daytona. 

Recordemos que las 24 horas de Daytona son, por el momento, el único evento confirmado fuera de la F1 para Alonso, un 'test' preparatorio para Le Mans –aunque Giancarlo Fisichella, ex compañero del asturiano y con experiencia en ambas carreras, aunque con GT, dice que no tienen nada que ver– aunque sólo sea para acostumbrarse al 'tráfico', mucho mas denso que en la F1 y sobre todo con diferencias de velocidades monstruosamente mayores.

CALENDARIO CARGADO, OTRO DESAFÍO

Es cierto. Correr Le Mans en 2018 le obligaría  a un tour de force importante: siete fines de semana seguidos de carreras. Del 27 de mayo en Mónaco F1 al 8 de julio en Silverstone, también F1, pasando por el ensayo previo de Le Mans –3 de junio–, el GP de Canadá –10 de junio–, las 24 horas de Le Mans –16-17 junio–, el GP de Francia –22 junio–, GP de Austria –1 de julio– e incluso más duro todavía si, para preparar mejor Le Mans, decidiera correr las 6 horas de Spa, situadas entre el GP de Bakú y el de España. Sería un solo 'weekend' libre en 11 semanas, casi tres meses.

Fernando parece dispuesto a aceptar el desafío. "Si fuera por mí correría cada semana", dijo recientemente. Como hacían los campeones de antaño –recuerdo a Jim Clark o Graham Hill saltando de un F1 a un F2, pasando por un sport o incluso un turismo, incluso corriendo un rally–, como aún hacen los pilotos de la Nascar americana o algunos de Indy. 

El joven Kyle Larson, actualmente en Nascar –el calendario del campeonato tiene 36 carreras puntuables y cuatro por invitación– llegó a disputar 123 carreras en una sola temporada, pero ahora sus patrones limitan su fogosidad a 25 carreras 'extra' al año "porque por mí, correría cada día".

DOS OPORTUNIDADES PARA GANAR EN LE MANS

El esfuerzo que requiere Le Mans, en cualquier caso, es grande, pero quizás 2018 sea un año muy especial…y también 2019, puesto que para salvar el WEC, los organizadores del ACO –Automobile Club de l'Ouest– han hecho un campeonato 2018-2019, que incluye dos ediciones de las 24 horas de Le Mans.

Los sueños de correr Le Mans se centran en Toyota. Es el único equipo oficial que participará en la carrera. Para los japoneses y para Le Mans contar con Alonso en la parrilla les permitiría maquillar ese lapsus de marcas oficiales presentes. Y, sin duda, allanaría el camino de la victoria a Toyota y a Alonso, que tendría sólo a sus compañeros de equipo como rivales.

Todo depende un poco del 'hándicap' que deban aceptar los japoneses por parte de la organización. El ACO quisiera alguna limitaciones en el TS050 Hybrid para que no ridiculice a los restantes LMP1 privados.

En cualquier caso, en el mundillo WEC se da por hecho la continuidad de Toyota y que Alonso si no ha estampado su firma aún por lo menos ya tiene un principio de acuerdo con ellos. No se puede ir más lejos –es decir, el anuncio oficial– por ahora porque Fernando, no lo olvidemos, es piloto de Honda y entre las marcas japonesas se intenta guardar unas ciertas formas.

LA POSVERDAD: PÓKER O RÉPOKER

Con todo hay algo que me llama la atención. Alonso insinuó que este año 2018 podría estar en otras tres especialidades y me falta la tercera. Descartado –por lo que él y Zak Brown han dicho– Indy no se me ocurre cual puede ser la tercera…. Sólo si quisiera probar la Nascar, esa categoría que parece interesar más que la Indycar a Lewis Hamilton. 

Por cierto, las 500 Millas de Daytona, la prueba reina, podría ser un broche de oro y convertir la triple corona en la cuádruple corona, un póker coronado, que nadie ha conquistado todavía…o répoker, si contamos al título mundial de F1 como joya de la corona.

Pero eso, por el momento, es lo que está tan de moda, 'posverdad'. Por el contrario, no veo a Fernando afrontando rallies y, por el momento, tampoco el Dakar, que en sus primeros años vio tantos pilotos de F1 en el podio de salida.

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