Una serie de catastróficos despropósitos en Nürburgring

En este aspecto, en las VLN se dan cita desde pilotos profesionales que compiten para equipos con amplia experiencia en carreras de resistencia hasta pilotos amateurs con equipos que casi están formados por amigos y familiares a partir de un coche muy cercano, por no decir casi idéntico, al que se puede comprar en un concesionario. Este hecho provoca situaciones un tanto complejas y no es raro ver accidentes. Con todo, pocas veces se ha visto mayor despropósito que el que se vivió en la última cita del certamen.

El desafortunado protagonista es el piloto del BMW M2 #153 de la clase SP8T. Tras sufrir un problema mecánico, lejos de apartarse deja su coche parado en mitad de la pista y en lugar de alejarse del mismo, decide que es buena idea salir del coche, desprecintar el motor y ponerse a revisarlo. Tapado totalmente por el capó del coche, los pilotos del resto de coches no pueden ver su presencia, con el peligro ante una posible colisión en plena carrera.

No contento con ello, después de poner su vida en peligro tapado por el capó del BMW M2, este piloto -que debería dejar de serlo después de esto- cruza la pista hasta en dos ocasiones, para acabar su actuación quitándose el casco en plena pista, haciendo caso omiso al vehículo de asistencia para llamar por teléfono a alguien que le diera una solución para los problemas de sus coche. Por suerte, no hubo que lamentar heridos, pero el espectáculo es cuanto menos peligroso y bochornoso.