Rusia extiende su peculiar 'Plan PIVE' por pura necesidad

A pesar de ello, esta situación no es generalizada y el sector del automóvil atraviesa una gran crisis en Rusia. El mercado ruso siempre ha sido peculiar, por cultura automovilística y por la propia apuesta que hacen los distintos fabricantes, en muchas ocasiones muy diferente a la que hacen en el resto de Europa. Tal es la situación que las ventas de automóviles en el país experimentaron un retroceso de hasta el 42,7% durante el pasado mes de noviembre en relación al mismo mes de 2014.

Con estos datos sobre la mesa, el Gobierno de Rusia se ha visto la obligación de prolongar su programa de ayudas a la industria del automóvil. El país destinará 20.000 millones de rublos -252 millones de euros- para fomentar la compra de vehículos. El sistema utilizao es muy similar al del 'Plan PIVE' español según ha anunciado el Ministro de Industria y Comercio, Denis Manturov. Una de las condiciones será achatarrar un vehículo antiguo, fomentando descuentos para las personas que cumplan este requisito.

Rusia ha utilizado estos planes de incentivación a la compra durante el ejercicio 2013, 2014 y 2015, con un notable reforzamiento en estos dos últimos años. Para 2016 la apuesta del gobierno ruso crece todavía más ante la complicada situación por la que atraviesa el mercado del automóvil en el país. Una situación que se explica por la bajada del rublo, la ralentización económica que sufre el país, el bajo precio del petróleo y el malestar por la situación en Ucrania.