Peugeot confirma su interés por regresar al WEC en 2020

Sin embargo, y en vistas a la 100º edición de las 24 horas de Le Mans de 2023, los rumores apuntan a que varias marcas desean entrar en LMP1 a partir de 2020 o quizá 2021 para buscar ganar la edición más icónica de la carrera más icónica del mundo.

Una de ellas podría ser Peugeot, que ya compitió en Le Mans hasta 2011, con victoria en 2009. En la temporada de 2011, por ejemplo, ganaron cinco de las siete pruebas del Campeonato con los dorsales 7 y 8 gracias a pilotos de la talla de Marc Gené, Anthony Davidson o Alexander Wurz.

Ahora, desde la dirección deportiva de la marca francesa no disimulan su agrado por la nueva normativa del WEC que se instaurará a partir de 2020. Según la FIA esta normativa buscará adaptar las tecnologías de competición a los vehículos de calle, reducir los costes, diversificar la tecnología, igualar a la parrilla en cuanto a rendimiento y mantener el espectáculo para los aficionados. Todo esto en base a que los LMP1 tendrán que completar un kilómetro entero solamente con el modo eléctrico después de cada repostaje.

“Las regulaciones evolucionan constantemente y ahora se dirigen hacia la dirección adecuada. Hay aspectos técnicos muy interesantes como el concepto de híbrido enchufable,  en el cual se podrá cargar el coche en boxes y que salga del pit-lane con cero emisiones”, ha reconocido Jean-Marc Finot, director de competición de Peugeot en el rotativo francés Dauphiné Libéré.

“Esta evolución está totalmente alineada con la estrategia técnica de PSA ya que el 80% de nuestros coches ofrecerán sistemas alternativos de tracción a partir de 2023. Hay aspectos muy interesantes de esta normas en vistas de reducir costes. Por ejemplo, la reducción del número de días de test. También nos gusta la idea de lograr una reducción sustancial de los costes al tener un único kit aerodinámico por temporada. Todo avanza hacia la dirección adecuada, aunque nosotros deberíamos fijarnos en los detalles de las normas para buscar otras oportunidades para rebajar más costes”, ha añadido.

“Nuestro regreso –a la resistencia– no ha sido considerado todavía por la junta ejecutiva de Peugeot. Dicho esto, todos en Peugeot queremos que se dé esta vuelta… todos somos unos apasionados. Necesitaríamos dos años desde la decisión hasta el regreso, incluyendo seis meses para definir la arquitectura del coche y escoger nuestros conceptos, un año entero para producir las partes y ajustarlas al coche y luego seis meses para testear el coche en pista y el túnel de viento”, ha concluido Finot.