Asiáticos: los automóviles menos robados de España

Tras un exhaustivo análisis de los datos recabados acerca de las sustracciones indebidas de vehículos en España, UNESPA ha elaborado un informe que detalla los automóviles que tienen más posibilidades de 'desaparecer', así como cuáles están menos expuestos al hurto.

Los modelos que encabezan la lista negra del 'mangoneo' son el Citroën Saxo, el Peugeot 406, el Dacia Duster, el Peugeot 306 y el Citroën Xsara; la completan el Seat Ibiza, el Volkswagen Golf, el Seat León y el BMW Serie 3 que, con tecnología alemana, acumulan más del 15% de los desfalcos automovilísticos de nuestro país. Sin embargo, en tres de cada cinco de estos casos, el modelo usurpado tenía una antigüedad superior a 10 años, una pista que más adelante desarrollaremos con varios argumentos.

En el extremo opuesto de la tabla encontramos, curiosamente, los Hyundai i30, Kia Ceed, Hyundai ix35, Honda CR-V y Hyundai Getz, productos de marcas surcoreanas o niponas en su totalidad. Ligeramente más arriba, pero dentro del Top 10 menos robado, también se hallan el Nissan Primera y Nissan Micra. Lo cierto es que los resultados de este estudio sorprendieron mucho incluso a sus propios analistas.

No obstante, todo tiene una explicación. Los robos no tienen que ver directamente con la protección o los sistemas de seguridad de cada coche frente a los ladrones, sino a circunstancias relacionadas con su valor de reventa en el mercado negro, íntegro o despiezado, algo a lo que normalmente se dedican las mafias organizadas que, por desgracia, cohabitan en nuestras ciudades.

Precisamente, los automóviles más sustraídos son aquellos que les interesan a estos delincuentes. De hecho, los vehículos de determinadas marcas francesas fabricados entre mediados de los 90 y principios de siglo suelen encontrarse fácilmente en el norte de África, región con una baja renta per cápita que fomenta indirectamente este tipo de prácticas en Europa: extraer piezas de recambio "baratas".

En contraposición, la mayoría de componentes que se pueden encontrar en los modelos coreanos o japoneses son mucho más específicos y, por ende, incompatibles con otros modelos, lo que reduce notablemente las posibilidades de venta ilegal. Además, la penetración de estos coches en el mercado de África y de los Balcanes es mucho menor que la que han llevado a cabo las marcas del Viejo Continente.

En la actualidad, un coche moderno –menos de una década– están muy resguardados en este sentido. La época en la que abrir la puerta con un alambre y hacer un puente con dos cables era sencillo pasó a la historia y los registros de declaraciones de robo caen considerablemente año tras año. Por eso, las organizaciones de malhechores se fijan en los turismos más populares y antiguos.

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