La 'joint venture' de Volkswagen y Tata hace aguas

"Ambas empresas han llegado a la conclusión de que, en la actualidad, ni las sinergias técnicas ni las económicas son alcanzables en la medida deseada por ambas partes. Como resultado, la alianza estratégica planeada en un principio con tales final ya no será perseguida, al menos por el momento ", dijo Skoda en un reciente e inevitablemente pesimista comunicado de prensa.

El propósito original era desarrollar aún más la plataforma AMP de Tata pero, al parecer, Skoda dejó de lado la idea de continuar con ello, pues temía que tal acción requiriese inversiones adicionales significativas para poder cumplir con los nuevos estándares de emisiones y en las pruebas de impacto. En su lugar, la firma checa quería explorar más ahorros en la plataforma MQB de su grupo automovilístico.

Ya es la segunda vez que VAG fracasa en sus esfuerzos por conseguir una alianza fructuosa con otra sociedad automotriz, pues esta ambición ya le valió un disgusto con Suzuki en 2011, pese a que consiguió comprar casi un tercio de sus acciones. También, aunque de forma no oficial, la multinacional alemana se habría estrellado en sus negociaciones con FCA Capital en esta línea.