Electrificadas, autónomas y telemáticas: así serán las gasolineras del futuro

La llegada de las diferentes alternativas de movilidad no sólo afectará a conductores y vehículos, sino que verá expandir su influencia mucho más allá. Las gasolineras, por ejemplo, tendrán que adaptar su funcionamiento y su oferta de servicios ser útiles ante una evolución que se encamina hacia el vehículo compartido, eléctrico y autónomo.

Así lo afirma la tercera edición del informe 'Energy Journal' de la consultora Oliver Wyman, un estudio que analiza los retos a los que se tendrán que enfrentar en el sector energético, con una especial atención al sector de las gasolineras. Éstas, debido al cambio de mentalidad de los conductores, así como a la evolución de energías alternativas como la electricidad o los combustibles derivados del gas natural y similares, se verán obligadas a una conversión al mundo digital que les permita comunicarse con los futuros automóviles autónomos y sus propietarios.

Alejandro Gaffner, el socio de Oliver Wyman en España, afirma que la transformación digital de las gasolineras es 'inminente' y que dicho cambio, afectará al modelo económico del sector: "En los próximos años, los operadores que se anticipen al cambio contarán con una importante ventaja", declaró.

Con el coche autónomo en el horizonte, el conductor pasará a un segundo plano, con automóviles y estaciones de servicio en comunicación constante para seleccionar el combustible preferido del conductor y posteriormente, repostar sin que el propietario del vehículo se involucre en el proceso ni siquiera para realizar el pago, que será vía telemática.

Desde la consultora afirman que "la gasolinera del futuro tendrá que reflejar la diversidad de sus clientes. La creciente popularidad de vehículos híbridos y eléctricos promoverá que las estaciones de servicio dispongan de estaciones de carga, como ya ocurre en algunos países de Europa, y se preparen para atender la creciente demanda de gas natural comprimido y licuado".

Pero en el estudio va un poco más allá y vislumbra incluso la forma de aprovechar los futuros servicios, así como las tecnologías que están por venir. De esta forma, Oliver Wyman dibuja un año 2035 con vehículos autónomos que acuden a la gasolinera de madrugada, para repostar de forma automática mientras su propietario se encuentra en su hogar.

Incluso apunta un nuevo modelo de negocio donde las flotas de vehículos toman principal importancia gracias al fenómeno del carsharing. Esta forma de entender la movilidad podría establecer contratos a largo plazo con las estaciones de servicio, mientras que los fabricantes de coches autónomos podrían tomar decisiones sobre programas de repostaje a largo plazo para sus clientes.

Con esta visión de futuro, los mayores perjudicados serán los pequeños empresarios con estaciones de servicio independientes, que encontrarán dificultades a la hora de realizar la conversión del negocio. Sin embargo, el estudio también señala que los futuros cambios representan una oportunidad para ellos.

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