El Ferrari 312T3 de Reutemann y Villeneuve, a subasta

Para 1978, la Scuderia presentó la evolución del soberbio 312T2. Hablamos, obviamente, del T3, obra nuevamente del genial Mauro Forghieri. El coche contaba con el mismo motor bóxer V12, pero aumentado a 515 caballos. Las grandes mejoras venían en el chasis con una nueva estructura monocasco y una suspensión diferente, diseñada para trabajar con los neumáticos Michelin radiales. La carrocería era visiblemente muy diferente a la del año anterior, con una parte superior más plana, permitiendo un mejor flujo de aire al ala trasera.

Sin embargo, el año estuvo dominado por el efecto suelo del Lotus 79, y por Mario Andretti. Aún así, Ferrari mantuvo el tipo, consiguiendo cinco victorias y el subcampeonato del mundo de constructores, con Reutemann tercero y Villeneuve noveno –y que en Canadá lograría su primera victoria en el mundial–. El resultado no satisfizo a Enzo, que años más tarde tendría claro que, con Lauda a bordo, el título de 1978 también hubiera sido suyo.

Ahora, puedes poseer un pedazo de esta historia, puesto que la casa de subastas Fiskens, en Londres, ha puesto a la venta una unidad del 312T3. En concreto se trata del chasis 032, el primero de todos, y que fue utilizado por Gilles Villeneuve en el G.P. de Sudáfrica, tercera prueba puntuable del campeonato, debiendo retirarse por una fuga de aceite tras partir octavo. El coche pasó luego a manos de Carlos Reutemann, que en el siguiente Gran Premio, el de Estados Unidos Oeste, Long Beach, logró la pole position –Villeneuve fue segundo– y la victoria por delante del Lotus de Andretti. Era la segunda victoria del año para el argentino, tras la del G.P. de Brasil con el 312T2.

La siguiente carrera era el G.P. de Mónaco, donde Reutemann, con el chasis 032, logró la pole position. Pese a que todo parecía dispuesto para una victoria en el Principado, un toque en la salida con Lauda obligó a Reutemann a pasar por boxes en la primera vuelta, arruinando su carrera y acabando octavo. Fue la última participación del chasis 032 en carrera.

Curiosamente, está decorado con el número 35, que es el que Reutemann utilizó en el famoso Gran Premio de Italia de 1976, en el que se produjo el regreso de Niki Lauda tras su accidente ese año en Nürburgring. Pero en aquél caso no se trataba, obviamente, de un 312T3, sino del T2. Una incorrección histórica para el modelo a la venta.

No se conoce el precio de salida, pero en realidad, es difícil ponerle una cifra a un modelo que estuvo en las manos de Villeneuve y Reutemann, que ganó carreras y fue pole en Mónaco. Sería una pieza muy especial para cualquier coleccionista.