Debo confesar que el retorno de Daniel Ricciardo a Red Bull —aunque desde hace una semana se daba ya por hecho— ha sido una sorpresa. Es cierto, no es la primera que Red Bull ‘respesca’ a un ex. Y que hay una historia, el apoyo del exequipo a uno de los que fueron suyos en horas muy bajas.
¿Faldillas tras los neumáticos traseros? Algunos amigos, aficionados a la Fórmula 1, no salen de su asombro ante la posible solución para eliminar el peligroso spray que lanzan los coches de Fórmula 1 en mojado. Les parece un sacrilegio, un sacrificio estéril del ADN que suponen a la categoría.
La Fórmula 1 ha finalizado su primera temporada de la ‘EES’, es decir, la ‘Era del Efecto Suelo’ y son muchos los que se preguntan si el dominio Red Bull va a mantenerse durante los años que restan de la misma, las próximas tres temporadas.
Sebastian Vettel disputa su último Gran Premio. Aunque Lewis Hamilton esté convencido de que volverá en un par de años a lo más tardar, lo único cierto es que un cuatro veces campeón del mundo de Fórmula 1 no estará en las parrillas.
Este domingo, nada más finalizar el GP de Abu Dabi, empalmaremos con el inicio de la Copa Mundial de Fútbol, el Mundial de Catar. A las 17:00 CET se disputará el primer encuentro, entre la selección anfitriona y Senegal. Los más futboleros quizás prefieran ver la ceremonia de apertura al Gran Premio, pero esta es otra historia.
La FIA por fin ha caído en la cuenta de que la gestión de las penalizaciones por estrenar elementos nuevos en las unidades de potencia se estaba convirtiendo en un tema ‘táctico’, una estrategia más de los equipos para esquivar lo que buscaba la norma, mejorar la fiabilidad de los motores.
¿Traer alguien de fuera? Revolución. ¿Mantener a Binotto? Continuidad. ¿Relevo interno? Una cierta continuidad, pero con el peligro de abrir brechas que hoy parecen disimuladas.
La Fórmula 2 tiene prácticamente un punto de atención y morbo este fin de semana en Abu Dabi: saber si Logan Sargeant consigue los puntos suficientes para obtener la superlicecia. Si lo consigue, estará en F1 con Williams el próximo año.
La carrera de Brasil ha sido una de las más peculiares de los últimos tiempos. Una carrera en la que prácticamente todos los de cabeza, incluido Georges Russell que parecía controlar de forma tranquila, tuvieron problemas, una carrera de supervivientes en la que buena parte de los ocho primeros tuvieron mucha fortuna en acabarla, pero a la postre brindó uno de los mejores Grandes Premios de la temporada.
De un piloto que no hizo caso a un piloto a quien no hicieron caso. El primero, Max Verstappen, que desoyó la orden de que cediera la posición a su compañero Sergio Pérez. El otro, Charles Leclerc, que pedía encarecidamente a Ferrari, casi exigía, que Carlos Sainz le cediera la posición.
