Lo que estaba vaticinado que pasaría, ha pasado. En el Montecarlo, el 'sans faute' de Sébastien Ogier hizo que el nuevo sistema de puntuación 'salvara los muebles'. En Suecia, sin embargo, han aparecido todos los inconvenientes de un sistema que en el fondo es chapucero.
Seguro que los pilotos de Fórmula 1 han seguido atentos la presentación del Mercedes. Incluso bastantes de ellos lo habrán mirado con ojos de ambición y deseo, el de querer hacerlo suyo en 2025, cuando el asiento de Lewis Hamilton estará libre.
Obviamente, Enzo Ferrari no mató a su madre, pero en su fuero interno, ‘Il Commendatore’ sintió esa sensación cuando José Froilán González dio a la marca Ferrari su primera victoria en F1 por delante de Alfa Romeo.
Una de las dificultades del Montecarlo es elegir el compuesto de goma adecuado en cada momento y saberlo gestionar… aunque en la actualidad, el problema es más simple: debes evitar que el 'verglas' o una capa de hielo negro te juegue una mala pasada.
Con el Gran Premio de Las Vegas convertido en espectáculo de masas de nivel mundial, y que en cierta forma señala el camino que Liberty quiere para los Grandes Premios, uno echa de menos las grandes presentaciones de los equipos de F1 de hace un par de décadas.
En 2010, Fernando Alonso, en su primer año en Ferrari, llegó a Interlagos como líder del campeonato con 11 puntos de ventaja sobre Mark Webber, 21 sobre Lewis Hamilton y 25 sobre Sebastian Vettel, Jenson Button estaba descolgado, a 42, pero quedaban 50 puntos en juego.
El Mundial de F1 se inicia con cuatro de los cinco equipos grandes bajo presión. No es la presión de ganar, que esa la tienen siempre, sino adicional: las incertidumbres de futuro que se ciernen sobre ellos.
El ‘retorno’ de Kalle Rovanperä será el polo de atención del Rally de Suecia. El año semisabático del actual bicampeón del mundo ha decepcionado a muchos aficionados y algunos se preguntan si pese a todo el joven finlandés acabará peleando por el título.
El calendario del Mundial de F1 es amplio y apretado, no deja muchos fines de semana libres. Pero de ahí a que su inicio coincida con el inicio del WEC, con la posibilidad nada despreciable de que el inicio de la primera carrera de F1 se solape con el final de la primera carrera del WEC –y, además, ambos en Oriente Medio– me parece algo incongruente, innecesario, erróneo.
Los pilotos de F1 han sido en los últimos tiempos un objetivo de ‘los amigos de lo ajeno’. Los llamativos y onerosos ‘pelucos’, ofrecidos por las marcas más prestigiosas del sector, son siempre prensa codiciada y que tiene su precio en el ‘mercado paralelo’. Carlos Sainz y Charles Leclerc pueden dar fe de ello.
