La inexplicable victoria de Button en la carrera más lenta

Fue Juan Manuel Fangio quien dijo que había "que ganar corriendo lo menos posible". Es decir, sumiendo el mínimo riesgo y sin forzar la mecánica más allá de lo imprescindible. Todo ello tremendamente lógico en una época donde los accidentes frecuentemente traían trágicas consecuencias y las mecánicas eran frágiles. Hoy también se aplica la máxima, pero por razones diferentes: conservar motores, no quemar gomas o no tener problemas de consumo.

Cuando se habla de una carrera lenta, todo el mundo piensa en Mónaco. El tortuoso trazado monegasco, el único donde los Fórmula 1 modernos no superan los 300 kilómetros/hora, es ciertamente el más lento de la temporada. Tanto que es el único en el que la distancia de carrera es inferior a los 300 kilómetros con el fin de que la prueba se complete en un máximo de dos horas.

Muchos de los GP de Mónaco se han quedado con una velocidad media inferior a los 110 kilómetros/hora. El primero puntuable para el Mundial, el de 1950, fue aún más lento: ni se alcanzaron los 100. Fangio ganó a 98,701 km/h. Un GP ganado precisamente por Fangio y marcado por un accidente múltiple en Bureau du Tabac en la primera vuelta, accidente que bloqueó la curva cuando el argentino ya había pasado. Fangio logró esquivarlo en el segundo giro, aunque a costa incluso de tener que pararse un instante para buscar hueco. La leyenda dice que fue  porque "al llegar a la curva me di cuenta que los espectadores de la tribuna no me miraban, sino que estaban pendientes de la salida de la curva" y pensó que sucedía algo, aunque posiblemente fue una bandera amarilla la que le hizo le dio la primera alerta antes de mirar hacia la tribuna.

El choque fue entre Farina, Fagioli, González (que al intentar empujar a los obstáculos para apartarlos daño su coche). Manzón logró detenerse, pero Rosier se empotró contra su parte trasera. De Graffenried, Trintignant, Harrisson, Roll y Shell también participaron en el 'carambolage', como dicen los franceses

Pero ese Gran Premio no fue el más lento de la historia. Este 'honor' se lo arrebató en 2011 el GP de Canadá en este mismo escenario que en la actualidad, Montréal.

La actual configuración del circuito data de 2002. Pese a sus rectas, favorece a los que salen delante. En ocho de las últimas 15 carreras, el hombre de la Pole ha ganado. Aunque tanto Räikkönen en 2005 como Button en 2011 ganaron saliendo séptimos. En otras palabras, que estar en la Q3 es obligatorio para acabar delante y que es mucho mejor partir desde las tres primeras filas.

Claro que la victoria de Button tuvo truco. Llovió a raudales, tanto que la salida se dio tras el coche de seguridad, que se apartó para que comenzaran de verdad las 'hostilidades' en la vuelta 5. Pero en la vuelta 25, la carrera se detuvo durante dos horas.

En la vuelta 8, Jenson y Lewis se tocaron. El coche de seguridad intervino para que pudieran llevarse el McLaren de Hamilton mientras Button pasaba por boxes para cambiar neumáticos primero y luego volvía para cumplir un Drive-Through. Cayó a la 15ª plaza, pero comenzó a remontar porque había calzado intermedias.

Una opción perdedora, porque empezó a llover copiosamente. Algunos pararon otra vez, pero el coche de seguridad volvió en la vuelta 20. En la vuelta 25, se ondeó la bandera roja cuando Jenson era décimo.

La resalida se dio detrás del coche de seguridad, que estuvo otras diez vueltas en pista. Button se tocó con Alonso y el asturiano abandonó. Jenson volvió al Pit-Lane porque había pinchado la rueda. Cayó a la última posición, aunque no lejos de la cabeza de carrera porque el Safety-Car todavía estaba fuera.

Jenson tardó ocho vueltas en pasar a la décima plaza y fue uno de los primeros en poner slicks, en su sexta parada en boxes. Toques y paradas en boxes le colocaron sexto cuando salió un nuevo coche de seguridad porque Nick Heidfeld había perdido su alerón tras un toque con Kobayashi. Y, así, Button redujo la diferencia con el líder Sebastian Vettel hasta los tres segundos.

En las vueltas 64 y 65, Jenson ganó dos posiciones. Primero por un error de Webber, después con un adelantamiento a Schumacher. Se colocó segundo y al acecho de Vettel, pero casi no le quedaba tiempo.

Todo parecía sentenciado, pero Vettel cometió un error y Button, que se había acercado a un segundo, lo aprovechó para adelantarle. Jenson, que hizo seis paradas en boxes, se convirtió en el décimo piloto de la historia que gana una carrera liderando sólo en el último paso por meta.

Y también fue el ganador más lento de la historia. Tardó 4 horas 4 minutos 39 segundos y 537 milésimas en completar la distancia de carrera prevista, lo que equivale a una velocidad promedio de 74,8 kilómetros/hora. La carrera más larga y, por ende, el promedio más lento de la historia.

Hubo tantas protestas de las televisiones que ésta carrera fue la causante de que la FIA determinase que la duración de un Gran Premio no podía superar las dos horas, incluso aunque la prueba se interrumpiera.