Ferrari también se rinde a la electrificación

Si hace dos años Sergio Marchionne tachó de ‘proyecto obsceno’ la posibilidad de un Ferrari totalmente eléctrico y que “se dispararía un tiro en el pie antes de ver un Ferrari SUV”, hoy el discurso no es que sea diferente, es que es el opuesto.

En Ginebra ya dijo “el primer superdeportivo eléctrico será un Ferrari”. Aunque matizó después que “sólo llegará cuando los híbridos hayan agotado sus posibilidades, lo cual. Y también con que el primer Ferrari híbrido será un SUV.

Aunque en Maranello existe desde entonces un discreto silencio sobre el particular, Tim Kuniskis, el CEO de Alfa Romeo y Maserati anunció que los futuros Alfa Romeo y Maserati tendrán variantes híbridas y eléctricas en todos sus modelos y que grupos motrices serán de origen Ferrari. Un claro movimiento para aprovechar sinergias y reducir costos, y que también implica a los coches del Cavallino. Y también la multiplicación de los modelos SUV ofrecidos por ambas marcas.

Por el momento sólo ha existido un Ferrari híbrido, el mítico Ferrari La Ferrari, que tomaba un sistema KERS inspirado en la F1 y cuya producción ya ha cesado al alcanzarse el número de ejemplares previstos. Se trata de un exclusivo ‘hypercar’ de colección de producción limitadísima; esos coches que Ferrari tiene ya vendidos antes de anunciarse su producción. En él, el motor eléctrico o KERS era un simple apoyo a las pretaciones en aceleración más que sistema para rebajar emisiones, y su ‘autonomía eléctrica’ limitada al uso en las maniobras de aparcamiento y a muy baja velocidad.

Está claro, la electrificación es un movimiento ya imparable y al que ningún fabricante, ni siquiera los de coches más deportivos, puede escapar. No es una elección que responda a condicionantes exclusivamente tecnológicos sino a exigencias legales y de mercado, la reducción de emisiones. Así, los nuevos híbridos deben ofrecer una autonomía eléctrica del orden de los 50 km mínimo.

Quizás sea importante evocar aquí la pista Porsche. La firma germana acaba de anunciar que podrá a la venta un 911 4 E-Hybrid, lo que le permtirá dispone de un deportivo con emisiones inferiores a los 80 de CO2/km. Y además, hoy el grueso de la producción de Porsche ya no son los deportivos, sino sus SUV, Cayenne y Macan. Los tiempos han cambiado, los gustos de los clientes, también.

Alfa y Maserati ya han anunciado sus planes. Alfa Romeo ha prometido un superGT, el 8 C, con chasis de fibra de carbono y motorización híbrida de 700 CV; el motor eléctrico trabajaría unido al eje delantero y un motor V8 biturbo se encargaría del eje posterior.

Y Maserati seguirá el mismo camino con el nuevo Alfieri, que además tendrá una versión totalmente eléctrica con 3 motores eléctricos.

Es el anticipo de lo que Ferrari no tardará mucho en anunciar. Un camino que debe llevarle a rebajar sustancialmente las emisiones de sus modelos. Los actuales 488 GTB tienen emisiones de 260 gr/km y la hibridación del que a priori debería ser su sustituto podría rebajar ese límite claramente por debajo de los 200 gr/km… incluso por debajo de los 160 si el pack de baterías es lo suficientemente generoso.

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