Carlos Sainz y un examen pensando más allá de 2018

Es cierto que el equipo francés está todavía en fase de crecimiento, pero es un equipo oficial, con ambiciones, que está obligado a batallar para intentar entrar entre los 'top five' o dicho de otra forma, ser el mejor de segunda división a la espera de dar el salto a 'primera' en las próximas temporadas.

Hay que decir que los Carlos, padre e hijo, hijo y padre, han sabido jugar muy bien sus cartas al dar el salto a Renault en la fase final del pasado Campeonato. Un pie en Red Bull por si quedara un asiento libre en 2019, y el otro en Renault con mayores responsabilidades pero también oportunidades de crecer como piloto y sobre todo de curtirse en el tema del desarrollo del coche.

Y ambos tienen muy claro que deben concentrarse sólo en lo segundo. Lo primero no depende de ellos y sólo pude hacer que se distraigan del principal objetivo... por más que desde el 'team austríaco' ya se encargará de írselo recordando. Horner diciendo que cuenta con él si Ricciardo se va y Marko echando balones fuera "porque no es nuestra única opción". Y Sainz debe 'pasar'.

El haberse incorporado a finales del pasado año ha permitido al joven madrileño llegar a Australia con la fase de adaptación al equipo ya cumplida y eso debe permitirle disfrutar de una carrera que se le da bien. En sus tres anteriores ha logrado entrar en al Q3 y salir de Melbourne con algún punto en el bolsillo.

En Renault, Sainz tendrá a un piloto experimentado como compañero. Un Nico Hülkenberg considerado desde siempre como una de las grandes promesas de futuro y que no ha podido concretarlas falto de volante oficial hasta su llegada a Renault, donde parece haber recobrado la forma de sus mejores momentos en Force India.

Nico será un contrapunto que permitirá dar la medida de su talento. Es un examen muy especial para ambos, la oportunidad de entrar de lleno en el elenco de los 'top drivers'. Y también es un examen para Renault que tiene en sus 'clientes', Red Bull y McLaren, sus puntos de referencia. En los test parecía un poco lejos del primero, y ligeramente por delante del segundo.

La temporada del equipo será difícil. Están en crecimiento y eso quiere decir que las capacidades de evolución durante el año no son las mismas, todavía, que equipos consolidadas como Red Bull o Mercedes. Y también están pendientes de su motor ya que deben acompasar sus cambios de propulsor a la llegada de las evoluciones previstas e incluso sacrificar algún Gran Premio en aras de la progresión.

Sainz lo sabe. Lo que venga después, en 2019, será fruto directo de lo que haya demostrado este año. Y eso es algo que va más allá de sumar un mayor o menor número de puntos, sino de mostrar un crecimiento en todas las áreas y también consistencia y regularidad como piloto.

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