Quejarse es el pasatiempo de los incapaces
Reconozco que estoy aquí, además de por mi amor hacia casi cualquier cosa que tenga cuatro ruedas, un volante y tenga relación con el automovilismo, por las risas. No en vano a la Fórmula 1 se le conoce también como el Gran Circo. Quiero pensar que debido al tamaño y repercusión mundial de su espectáculo, y no por algún que otro payaso que a veces puebla las pistas y con quienes acabamos riendo por no llorar.