Así se levantó la gallina de los huevos de oro

Red Bull Junior Team: ¿marketing o talento?

Marko y Mateschitz tenían sus ojos puestos en Daniel Ricciardo desde final de 2009
Red Bull lleva un lustro apostando fuerte por vender más latas en Oceanía
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04 Sep 2013 - 20:54

Daniel Ricciardo lo ha logrado. Tras 11 años de Red Bull Junior Team, él es el primer piloto que asciende a la nave nodriza con el birrete de graduado. Sus números son iguales o peores que los de su actual compañero, Jean-Eric Vergne; y apenas resisten comparación con los que firmaron en su día Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi. Pero eso no importa. Al fin y al cabo, tal y como Danny Sullivan, predecesor del Dr. Helmut Marko, afirmó en el primer test evaluador de la marca: "La velocidad no lo es todo".

El Junior Team nació de la mano de los primeros experimentos de Red Bull en Fórmula 1. Dietrich Mateschitz acababa de descubrir la gallina de los huevos de oro con su brebaje energético, y, tal y como rezan los manuales de marketing, cada lata vendida en cualquier rincón del mundo ingresaba automáticamente un cuarto de dólar en su cuenta corriente. Tan insigne margen comercial permitió al austríaco construir un emporio en poco tiempo, ayudado por una táctica de comunicación que esquivaba convencionalismos y ligaba los atributos de la marca del toro rojo al deporte extremo y a dos de las aficiones favoritas de Mateschitz: la aviación y los coches de carreras. Así que, tras iniciarse en la Fórmula 1 como adhesivo en los capós de Arrows y Sauber, tocaba dar el verdadero salto: alzar el campeonato del mundo... ¡con un piloto estadounidense! El apetitoso mercado norteamericano se daba la mano con una meta ansiada por la F1 desde que Phil Hill se impuso en 1961. Año 2002: acababa de nacer el "Red Bull Driver Search".

Cada lata vendida en cualquier rincón del mundo ingresaba automáticamente un cuarto de dólar en su cuenta corriente

Para tan magno objetivo se puso al frente a Danny Sullivan y a la agencia de Marketing Maxim Sports Management, tal y como relata Tony Johns en este revelador artículo. El primer listado de 15 'aspirantes' incluía a Scott Speed, Joey Hand, AJ Allmendinger, Ryan Hunter-Reay o Patrick Long. La primera criba dijo dejó por el camino a Hunter-Reay y Allmendinger, que se negaron a aceptar las leoninas condiciones contractuales: Red Bull no corría a cargo con gasto alguno o dieta de desplazamiento de los pilotos elegidos en adelante, y solo si lograban alcanzar la F1 como probadores recibirían un primer salario de 100.000 $. El tope contractual sería de 1,5 millones de dólares en caso de que ascendieran a la titularidad, ficha que, por cierto, tan solo percibirían a partir de su tercera temporada. Por descontado, Red Bull se reservaba todos los derechos de cancelación del contrato y percibiría el cien por cien de un hipotético traspaso. 

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Scott Speed en 2006

De 15 a 13 nombres, y todos ellos en dirección a Paul Ricard para participar en un caótico test de selección, celebrado en otoño de 2002. Tras múltiples problemas con la pista y los coches (ver el artículo antes citado), Sullivan y su equipo de scouters, compuesto por Bertran Schafer, Helmut Marko, Skip Babrer y Alan Docking, escogieron a Paul Edwards, Grant Maiman, Joel Nelson y Scott Speed. Hand se quedó fuera pese a ser más veloz en pista que algunos de los seleccionados... "La velocidad no lo es todo; suerte en el futuro", le espetó Danny Sullivan.

Ese test puso en marcha la trituradora de pilotos con talentos debutando y abandonándola desde entonces a velocidad de vértigo. El mejor de la primera criba fue Speed, que, tras un año anodino en el equipo Alan Docking Racing del British F3, arrasó en 2004 en la F-Renault Alemana y la Eurocup. Las prisas lo impulsaron de golpe a la GP2, salto mortal que acabaría por hundir su carrera. 

A final de 2004 Mateschitz se hizo con los restos de Jaguar Racing para iniciar el emporio Red Bull

Mateschitz tenía prisa. No en vano, a final de 2004 se hizo con los restos de Jaguar Racing para iniciar el emporio Red Bull, y un año más tarde adquirió Minardi para rebautizarla Toro Rosso y convertirla en la "formación B" y cúspide de la pirámide del Red Bull Junior Team. 

Para rellenar ese nuevo equipo en espera de los mejores supervivientes de la primera hornada (Scott Speed), Mateschitz repartió dólares a algunos pilotos como Neel Jani, Christian Klien y Vitantonio Liuzzi, que el programa de Jóvenes Talentos considera sus primeros graduados a la F1. Y eso que ninguno de ellos perteneció al mismo. 

Lo mismo ocurre con Sebastian Vettel, que sí creció en las fórmulas inferiores con el apoyo económico de la firma de bebidas energéticas (Dietrich Mateschitz lo apadrinó desde sus últimos años en el karting, al estilo de Ron Dennis con Lewis Hamilton). Ahora bien, sus mayores progresos profesionales, y también su salto a la cumbre, los dio como pupilo de Mario Theissen en BMW. El alemán fue repescado ipso facto por la firma austríaca tras su memorable debut en la categoría reina en el GP de Estados Unidos de 2007 como relevo de Robert Kubica, accidentado en Montreal. Su fichaje por Toro Rosso truncó para siempre la carrera de Speed en la F1, confirmando el primer KO absoluto del programa; el de la generación de 2002, la que se urdió con la meta de convertir a un estadounidense en campeón mundial de F1.  

Abandonado el iluso proyecto inicial, el rebautizado Red Bull Junior Team empezó a olvidar nacionalidades y obsesionarse con captar talento para campeonar en F1. Bajo este epígrafe entraron Adrian Zaugg, Michael Ammermüller, Brendon Hartley, Mikhail Aleshin, Jaime Alguersuari, Dani Juncadella, Filipe Albuquerque... Todos estos nombres, y muchos más, quedaron sometidos al duro flagelo del Dr. Marko, que incidió con crueldad en el mandamiento único del programa: "Winning from the beginning" (ganar desde el principio). Esa obsesión fue desmoronando carreras y talentos uno tras otro. El margen de error era una única temporada; si no llegaban los triunfos, Red Bull rompía unilateralmente el contrato.

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Jaime Alguersuari al término de la temporada 2009

El volante en Toro Rosso era la primera meta en el duro camino, objetivo que tan solo cuatro pilotos del programa (después de Scott Speed, claro), han logrado. Son Jaime Alguersuari, Sébastien Buemi, Jean-Eric Vergne y Daniel Ricciardo. Los dos primeros gozaron de tres temporadas completas (dos y media en el caso del español), de 2009 a 2011. A ellos les tocó superar el duro trago de 2010, temporada en el que la FIA cortó la conexión técnica con el equipo madre, y que los abandonó a su suerte en el pozo de la clasificación. Pero superaron el mal trago sumando algunos puntos y recuperando el ego de una formación que seguía idealizando en exceso la victoria de Vettel en Monza 2008. 

El margen de error era una única temporada; si no llegaban los triunfos, Red Bull rompía el contrato

En 2011, un año a todo o nada, Red Bull estudiaba relevar a Mark Webber, cuyo volante heredaría en todo caso un piloto Junior. Alguersuari y Buemi firmaron una temporada formidable para el equipo, al que brindaron su segunda mejor clasificación histórica en el Campeonato de Constructores (un 8º lugar) con dos séptimos puestos como mejor bagaje en carrera, ambos firmados por el español. Semanas antes del GP de Brasil, Marko y Tost renovaron verbalmente su confianza con Buemi y Jaime, que rechazaron ofertas de otras formaciones en el tramo final del campeonato. La semana antes de Navidad, los despidieron con una llamada telefónica al no considerarlos ganadores. Jaime acababa de volver de un acto promocional de Cepsa en Madrid, previo al cual fue aleccionado para hablar sobre los objetivos deportivos en 2013; Sébastien Buemi se encontraba en el ecuador de una sesión de test en el simulador de Red Bull; sesión que, por cierto, cerró con el mejor crono de un piloto de la casa en la 'máquina' esa temporada. De nuevo, el fantasma de la victoria de Vettel. 

Los relevistas de Jaime y Sébastien fueron Jean-Eric Vergne y Daniel Ricciardo. Dos años después, ni uno ni otro han logrado victorias ni podios, algo a lo que Toro Rosso solo podría aspirar en caso de cataclismo general (igual que en la era de Alguersuari y Buemi). Es más, el francés ha sido mejor objetivamente que su compañero de equipo... pero no será el elegido. 

El porqué es muy simple. Lograda la ansiada meta de ganar el mundial gracias a Sebastian Vettel, el Programa de Jóvenes Talentos ha perdido su esencia fundacional. El nuevo ideal pasaba por buscar a un buen acompañante del alemán... Y para ello, Marko y Mateschitz tenían sus ojos puestos en Daniel Ricciardo desde final de 2009. Su prometedora carrera se unía a un concepto fundamental en la casa: el marketing. El mercado australiano es uno de los más suculentos, y la firma austríaca lleva un lustro apostando fuerte por vender más latas de bebida energética que la concurrencia en Oceanía (no en vano, entre sus acciones promocionales más importantes figura el patrocinio principal al equipo Triple 8 de los V8 Supercars, líder y dominador absoluto de la serie, además de a Casey Stoner). Por ello, el intercambio en Red Bull debía preferiblemente reunir a australiano por australiano. Sin más.

Red Bull lleva un lustro apostando fuerte por vender más latas de bebida energética  en Oceanía

Esta decisión explica, en parte, el futuro inmediato del equipo. Asumido que el talento o la velocidad no lo son todo (de nuevo, la frase de Danny Sullivan a Joey Hand), los aspirantes al relevo se llaman Daniil Kyvat, Carlos Sainz Jr y António Félix da Costa. El primero procede de Rusia, un país potencialmente interesante para Red Bull; el segundo llega con el abrazo de Cepsa, sponsor principal de Toro Rosso, y el tercero, el teórico favorito, con gran talento y más experiencia en la antesala de la cumbre, las World Series by Renault, aunque con el pasaporte de un Estado que amenaza la ruina. Estaremos atentos, aunque ampliaremos nuestro horizonte de análisis futuro con los conceptos y las experiencias previas.

Mario Andretti declaraba ayer que entendía la decisión de Red Bull: "Tienen su equipo de entrenamiento, Toro Rosso, que ya ha creado a Sebastian Vettel. Esta es una gran señal para todos los pilotos jóvenes de que puede haber un camino a la Fórmula 1 sin tener un gran nombre". Probablemente, el nombre no lo sea todo, pero si algo deja claro el devenir histórico del Red Bull Junior Team es que el talento, tampoco.

7 comentarios
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06 Sep 2013 - 11:06
#1 Muy instructivo! Al final todo se reduce a lo mismo en este deporte, todo es cuestión de dinero. Lo ... Ver comentario
La F-1 siempre ha sido así, y lo del Programa de Red Bull no es una excepción. En su día, eso sí, parecía algo bien distinto... De todos modos, Red Bull tan sólo habla de Buemi, que es un piloto que pertenece todavía a su "cantera" (aunque haya quedado reducido a ser un mero piloto de simulador). A Jaime no lo mencionan... Sus motivos tendrán.
06 Sep 2013 - 11:04
#2 Enhorabuena por el artículo, es tremendo y con muy buena info. Eso sí, ya que estamos que llegue C ... Ver comentario
Carlos llegará, de eso estoy convencido porque tiene un talento enorme. Sólo espero que no se tenga demasiada prisa con él. Necesita un año de madurez en una categoría más similar a la F-1, caso de las World Series. En mi opinión, la GP3, por concepto de coche, está muy alejada de los estándares de la categoría reina.
06 Sep 2013 - 11:03
#4 Sin acritud, Cristian. ¿Por qué tengo que creer que vas a ser imparcial cuando hables de Red Bull ... Ver comentario
En absoluto, la duda es siempre lícita. Trabajar con Jaime fue una gran experiencia, porque me ha servido para desmitificar la F-1 (algo que contaré en un artículo en el futuro). Lo segundo, la objetividad es siempre un mito. Yo sólo puedo contar lo que he visto y vivido, y el programa de Red Bull es un caso. Tras casi tres años en el día a día de World Series trabajando para Solo Auto, he podido convivir con otros juguetes rotos de Red Bull, como John Edwards, Edoardo Piscopo, Adrian Zaugg, Mikhail Aleshin, Brendon Hartley o el propio Jaime. Lo que ha pasado es cierto que se ha hablado y dicho cien veces. Yo mismo escribí en la revista Cotxes, en diciembre de 2010, que Ricciardo sería el sustituto de Webber en Red Bull. De todos modos, mi artículo tenía la intención de analizar de hacer un análisis a fondo del programa de Red Bull ahora que, al fin, uno de sus pilotos se gradúa en el equipo madre. Si te molesta que hable de Jaime, olvídalo. Pon a Buemi o Vergne. Los números dicen que han hecho lo mismo o más para estar ahí. Ahora bien, no olvidemos la perspectiva del marketing... ¡Un saludo y gracias por la lectura y tu comentario!
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05 Sep 2013 - 20:53
Sin acritud, Cristian. ¿Por qué tengo que creer que vas a ser imparcial cuando hables de Red Bull tras haber trabajado con Jaime Alguersuari? Lo que cuentas es cierto y sabido, pero la duda queda.
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05 Sep 2013 - 14:54
Excelente artículo y de gran información
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05 Sep 2013 - 12:35
Enhorabuena por el artículo, es tremendo y con muy buena info. Eso sí, ya que estamos que llegue Carlos Sainz Jr arriba!!
05 Sep 2013 - 11:05
Muy instructivo! Al final todo se reduce a lo mismo en este deporte, todo es cuestión de dinero. Lo que este programa hizo con Alguersuari y Buemi, la forma en la que los despidió, no tiene nombre, me sorprende que aún hablen bien de ellos
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