Tras meses de rumorología, suposiciones y teorías de todo tipo, Renault ha confirmado finalmente su retorno a la Fórmula 1 con un equipo oficial.
La vuelta de Renault como constructor supone el regreso de una marca que, desde hace casi cuarenta años, está implicada con la máxima competición del motor salvo breves interrupciones, regresando al final a la 'femme fatale' que para ellos supone la Fórmula 1.
Los tonos rojizos del crepúsculo se reflejan en las carrocerías de veinte monoplazas que se dirigen zigzagueando hacia la parrilla de salida. Es un ritual pagano que se ha repetido diecinueve veces en un año, una procesión preparatoria para el frenesí de la velocidad en la tierra. A los lados, bien sea del circuito, bien sea de las televisiones, los feligreses se preparan para una nueva comunión con las emociones y la belleza de un automóvil llevado al máximo de sus prestaciones. Es la última liturgia del año.
Se acabó lo que se daba. La temporada 2015 llegó a su fin en Abu Dabi. Este año hemos vuelto a vivir un dominio impenetrable de Mercedes, pero al contrario que en 2014, la lucha entre sus hombres ha sido mucho más descafeinada, lo que ha restado una gran cantidad de emoción. Al menos, el Mundial se despidió con una carrera entretenida en Yas Marina, con una lucha táctica entre campeón y subcampeón y con interesantes peleas por los puntos.
La temporada 2015 de Fórmula 1 llegó a su fin el pasado fin de semana en Abu Dabi. Como en 2014, con Lewis Hamilton y Mercedes como campeones del mundo. El británico lleva dos seguidos y se convierte en el primer piloto de las islas en conseguir dicho hito. Ninguno de sus laureados predecesores llegó a defender con gloria ninguno de sus títulos. Aunque el caso de Nigel Mansell sería debatible, puesto que tras ganar el título de Fórmula 1 se fue a Estados Unidos... y ganó la IndyCar. Pero el año que se termina nos ha dado mucho más que una repetición de los títulos de 2014.
Terminado el decimonoveno Gran Premio de esta temporada, se acabó nuestra dosis de 'droga' por este año. Y como casi nos vamos a diciembre, ya ni el Race of Champions nos salva, pues ya ha sido celebrado.
Última carrera de la temporada, esto ha volado. Sinceramente, pensé que tendría muy difícil hacer el artículo de hoy, pues lo normal es que no haya novedades a estas alturas. O al menos lo era. La Fórmula 1 se ha convertido en un desarrollo continuo.
Parece mentira que la temporada 2015 llegue a su fin este fin de semana. Todavía nos acordamos de esa pretemporada en la que Mercedes se mostraba en una otra galaxia un tanto lejana y Ferrari parecía el primero entre los mortales. Unos mortales que tenían a dos equipos que resurgían de sus cenizas, uno por temas económicos como es el caso de Manor y el otro al regresar a su era dorada de la mano de Honda.
A falta de una carrera para el final de la presente edición del campeonato del mundo de Fórmula 1, el resultado de una de las batallas internas más seguidas esta temporada ya está resuelto. Pase lo que pase en el circuito Yas Marina de Abu Dabi, Max Verstappen completará el año 2015 con más puntos que Carlos Sainz. Y si Felipe Nasr no gana -porque tiene opciones, ¿no?-, el holandés cerrará su primera temporada en Fórmula 1 como el mejor debutante.
Estaban absolutamente maravillados, disfrutando de aquellas máquinas que pasaban a una velocidad moderada: el Mercedes 300 SLR, el Aston Martin DBR1, el Brabham BT2 de Fórmula 2, o el Williams FW07B que había ganado ese año el campeonato del mundo de F1. Era un 12 de Octubre de 1980, en Birmingham, en el "The Lucas On The Street Motor Sport Spectacular". Los dos árabes seguían atentamente cada coche, y a los nombres legendarios que los conducían. Eran Dahi Tamim Said Khalfan, recién nombrado jefe de la policía de Dubai, y Saeed Khalfan, miembro del Al Nasr Motor Sports Club. No perdieron la oportunidad de llevar aquel espectáculo a su país, abordando al organizador del evento, Martin Hone, un emprendedor y antiguo piloto amateur que llevaba desde finales de los años sesenta intentando celebrar una carrera en un circuito urbano en el Reino Unido.
Lejos de los focos que rodean el paddock del DTM, Dani Juncadella (Barcelona, 1991) decidió preparar su última cita del año, el Gran Premio de Macao, en el Circuit de Barcelona-Catalunya durante la disputa del Euro Fórmula Open.
Dos títulos de pilotos y uno de constructores en los años 70, cinco de pilotos y cuatro de constructores en los gloriosos años 80, cuatro de pilotos y tres de constructores en los años 90 y un sólo título de pilotos en la década pasada. Desde entonces... el silencio más absoluto. Mucho se habló en su día de la sequía de 21 años sin títulos de pilotos de Ferrari y es un argumento que a menudo se esgrime contra la Scuderia en temporadas recientes. "No ganan un título de pilotos desde 2007", dicen. Bien, pues McLaren no lo hace desde 2008.
La Fórmula 1 hizo su penúltima parada de la temporada en Brasil, el lugar más apropiado, ya que el estupendo café que se produce en sus tierras nos pudo mantener bien despiertos para soportar uno de los peores espectáculos del año. Pasó poco, demasiado poco. Al contrario de lo que suele depararnos Interlagos cada año, no hubo ni lluvia ni coches de seguridad ni nada que alterara el orden lógico de las carrera. A nuestros pulgares les costará desperezarse para hacer su trabajo.
Sentado en una valla del circuito, en una silla fuera de la pista, reflexionando sobre otro desengaño, observando un asfalto que lleva demasiado tiempo sin ser suyo, sin dominarlo a placer pese a que capacidad no le falta para ello. Con la impotencia de quien no puede hacer nada más que mirar desde la lejanía las posiciones delanteras, esperando un cambio, un avance que no llega. Teniendo que introducirse a hurtadillas a un podio para hacerse una foto agridulce con su compañero de equipo, bromeando como último recurso.
Se acabó el Gran Premio de Brasil, uno que no pasará a la historia como el más entretenido de la historia. No podemos decir que ha sido por culpa de Fernando Alonso, que se ha esforzado por dar el espectáculo tomándose con humor la escasísima fiabilidad de su coche.
Seguimos con la gira americana y llegamos a Brasil con todo ya decidido. Es una lástima, pues este circuito siempre trae sorpresas en su carrera, es de los más moviditos. Con todo ya decidido no vemos grandes novedades técnicas en los equipos, solo lo típico, adaptaciones.