Almacén F1

GP de Europa 2016: Estábamos equivocados

El circuito de Bakú convence en su estreno en el calendario de la Fórmula 1
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José Miguel Vinuesa
8
22 Jun 2016 - 08:54

Cuando algo es nuevo, a veces nos genera un rechazo inicial, motivado por lo desconocido, y en nuestro caso particular, porque sobre el papel el trazado era extraño, parecía aburrido, y tenía algunos puntos que hasta podríamos definir como absurdos.

Y de repente, Bakú nos cautivó. No sólo era por un envoltorio verdaderamente hermoso, con una ciudad de edificios estéticamente muy interesantes, sino que también por su alma. La pista, el trazado, es excitante. Y como tal, nos dio una carrera divertida. ¿Pudo ser mejor?. Sí, pero la carrera fue interesante, sobre todo en su primera mitad, pese al dominio implacable de Rosberg, que recuperó la senda de la victoria y tomó una bocanada de oxígeno cuando más presión estaba recibiendo.

Porque Hamilton naufragó en este Gran Premio, especialmente en la clasificación. Se bloqueó, no fue capaz de dar una vuelta rápida buena, siempre había un error. Una actuación muy mediocre en un piloto como él, para ser sinceros. Eso provocó que saliera muy atrás, y aunque hizo una carrera correcta y salvó una quinta posición, es un fin de semana que tendrá que olvidar el piloto inglés, y esperar que, volviendo a circuitos conocidos, pueda mantener su nivel habitual. Eso, y revisar el manual de uso de su complejo volante, para conocer todos los comandos y operaciones que realizar para conseguir modificar algunos parámetros. Eso debería hacernos pensar en lo ridículo que puede resultar que un piloto está más concentrado en eso que en el pilotaje.

De la flaqueza de Lewis, como decimos, se aprovechó Rosberg, que apenas tuvo una vuelta de amenaza de Ricciardo. Nada le inquietó en su camino hacia el triunfo, en un circuito que se adaptó extraordinariamente bien a su Mercedes. Para ejemplo, en la vuelta veinte sacaba casi veinte segundos a su inmediato perseguidor, Vettel. Un segundo por vuelta. Una eternidad.

Lo bonito estuvo detrás. Entre las sombras y las luces de los árboles, de un sol crepuscular, la carrera tuvo momentos de emoción, y enfrentamientos abundantes. La ventaja del circuito de Bakú era que, pese a ser urbano, permitía adelantar en la inmensidad de su recta de meta, con velocidades más propias de Monza que de un circuito encajado en una ciudad. ¿Peligroso? Seguramente, pero es de esperar que cumpliendo con las medidas necesarias para un circuito actual. Si no, no estaría en el calendario.

Vettel adelantó pronto a Ricciardo, y se afianzó en una segunda posición que nadie iba a inquietar durante toda la carrera. Sin embargo, el australiano de Red Bull se iba desinflando, como su compañero Verstappen. El Red Bull no funcionaba en este circuito, y sólo una vuelta genial e inspirada de Ricciardo le permitió salir segundo y soñar con metas más elevadas. Ilusiones, nada más.

Los Ferrari, que sufrieron bastante en los entrenamientos, encontraron en la carrera el rendimiento que parecía faltarles. Nunca iban a estar por delante de Mercedes, pero eran sólidamente el segundo mejor equipo. Incluso la carrera de Kimi Räikkönen fue buena, aunque al final perdiera el tercer escalón del podio en pista (lo hubiera perdido igual por su penalización). Lo que sí que queda confirmado es que el motor empuja, y mucho. Si al nivel de Mercedes o no, es difícil saberlo, pero obviamente todavía muy delante del Renault, y por supuesto del Honda.

Pero seguramente, la estrella del día fue Sergio Pérez. Segundo en clasificación, pero retrasado por sustituir la caja de cambios. Desde allí, su carrera fue impecable, la mejor de toda la parrilla. Su precisión, su valentía, y su velocidad destacaron en el circuito. El Force India (o digamos mejor, su Force India), era un primor por las calles azerbaiyanas. Adelantó ayudado por su motor, claro, pero también rodó con un hambre enorme. Venimos diciendo que Pérez está sacando de nuevo todo aquello de bueno que tenía, que seguramente nunca se fue, pero que se había eclipsado. Hoy, ahora, Force India se le empieza a quedar pequeño, porque lograr podios con ese coche tiene un gran mérito, atribuible en una buena proporción a las manos del mexicano. 

Tampoco fue un gran fin de semana para los pilotos españoles. Ni Sainz ni Alonso pudieron acabar la carrera, ambos por problemas en sus monoplazas. Si bien Carlos Sainz había sido capaz de remontar hasta los puntos desde el decimoctavo lugar, y Alonso estaba cerca de esas posiciones, el final fue el mismo. Ambos, además, padecieron de motores faltos de empuje: un Ferrari del año pasado, y un Honda cuya diferencia de potencia se vio de manera palmaria que es aún abismal. Incluso un Sauber, el de Nasr, que como coche está por debajo del Mclaren, adelantaba con facilidad al español. Al final, Button acabó decimoprimero, pero lejos.

Destacaron, y hay que decirlo con todas las letras, los Manor, aunque fuera de manera muy humilde. En clasificación, la vuelta de Rio Haryanto fue impresionante: decimoséptimo, con solvencia, y cerca del tiempo de corte. Luego, en carrera, fue su compañero Pascal Wehrlein el que, por momentos, rodó en los puntos, planteando fugazmente la duda de si podría aguantar allí. Obviamente, el coche es muy inferior aún al resto. Pero su rendimiento puntual, o por las manos, dejaron un sabor de boca positivo viniendo del equipo más pequeño de la parrilla.

Y Rosberg ganó, desde la pole, liderando toda la carrera y con la vuelta rápida. Toda una demostración de fuerza. La duda es que Hamilton no estaba ahí. Sin él cerca, Rosberg es muy fuerte, es indudable, como el hecho de que ha mejorado en muchas facetas en las que antes flaqueaba. Pero hipotetizar sobre lo no ocurrido, sobre cómo hubiera sido, es una pérdida de tiempo. Nico no está desaprovechando ni una oportunidad, y tras los baches de Mónaco y Canadá, esta carrera es justo lo que necesitaba. La pelota vuelve a estar en el tejado de Lewis.

Y el sol se fue ocultando, las sombras se estiraron todavía más, y la primera carrera en Bakú se había terminado. No fue tan malo como podíamos pensar, en todos los sentidos. Y hasta la absurda y estrecha curva del torreón, acababa por convencer como un punto que, si el circuito se asienta, puede incluso convertirse en un lugar de cierto miticismo, una referencia. Hay mucho que mejorar, como es de esperar tras un estreno. Pero las primeras citas son para conocerse, y a Bakú, en el fondo, merece la pena volver. 

 

8 comentarios
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24 Jun 2016 - 01:50
De acuerdo en casi todo lo expuesto por JMV. Discrepo un poco en la parte de "Eso debería hacernos pensar en lo ridículo que puede resultar que un piloto está más concentrado en eso que en el pilotaje." Puede ser ridículo, pero siempre y cuando te quedes tonteando una docena de vueltas sin saber que hacer. El GP estubo entretenido y pudo faltar un SC por gusto,viendo los anteriores GPs, pero aburrido no es la palabra justa para describir un circuito callejero muy, muy rápido. Saludos.
22 Jun 2016 - 21:10
" ..., en un circuito que se adaptó extraordinariamente bien a su Mercedes." José Miguel, un circuito nunca puede adaptarse a un coche. Son los ingenieros los que tiene que adaptar el coche al circuito. Por favor no caigas en las mismas estupideces que dicen los pilotos o los jefes de equipo. Gracias
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22 Jun 2016 - 17:33
Pues a mí si me gusto, que no fue espectacular? no, no lo fue, pero si fue lo suficientemente buena. Y lo de que solo en la recta de meta se adelanto pues no es cierto porque el pequeño Max se avento varios adelantamientos fuera de esa recta y Button y Alonso y Hulkenberg tambien lo hcieron. Hasta Nasr lo hizo en ese tractor azul. Buen artículo, me gusto mucho.
22 Jun 2016 - 14:30
Yo creo que lo que me hizo aburrirme a muerte fue haber terminado de ver las 24h du mans y luego esperar la misma emocion en la f1...Choque contra un muro muy soso...
22 Jun 2016 - 10:54
La gracia de un circuito urbano es arriesgar en las curvas para adelantar y ganar tiempo. Aquí los coches usaban el 2º sector para cargar baterías para el aeropuerto que hay como recta principal, además de que es donde han sido todos los adelantamientos, con DRS, sin batalla. Deberían cambiar el primer sector y poner una chicane antes de la zona de meta. Ganaría mucho. Pero vamos, esto tiene toda la pinta de ser un Valencia 2.0
22 Jun 2016 - 09:49
#1 Es una broma, ¿Verdad? Australia, Rusia, España, Mónaco han sudo buenas carreras. Esta fue incl ... Ver comentario
Estimado amigo. No, no es una broma. No es mi estilo hacer algo así en un artículo. Estoy de acuerdo contigo, y lo digo en el escrito, que pudo ser mucho mejor. Pero el estreno de un circuito siempre es complicado. Si es urbano, más. Y en el fondo, esta carrera, en algunas fases, estuvo entretenida. Admito, y también lo digo, que especialmente la primera mitad de la misma. Al final, se trata también de la emoción de ver rodar un F-1 al máximo de lo que puede hacer en un circuito dado. Bakú, que sobre el diseño parecía un verdadero tostón, resultó mucho más divertido de lo esperado. De ahí mi reflexión. Gracias, en todo caso, por tu interés. Nos leemos. Un abrazo.
22 Jun 2016 - 09:41
A mi no me parece para nada una broma. A mi también me gustó bastante la carrera, más que nada porque casi cada vuelta me sacaba un "uuufff". Ya sea por Checho Pérez apurando muros, por la zona del castillo saltando el piano y rozando el muro, el cambio de rasante con la cámara baja viéndose el castillo y los coches "saltando". Ha sido una gozada, me hubiera divertido incluso viendo sólo a un piloto. Y las onboard daban miedo!!! También la carrera tuvo variantes y, que los españoles no estuvieran en la lucha, no quita que fuese divertida. Comparto la opinión y Baku me ha callado la boca, y con qué gustazo me trago mis palabras. Que corrijan lo que tengan que corregir, pero hay que volver.
22 Jun 2016 - 09:32
Es una broma, ¿Verdad? Australia, Rusia, España, Mónaco han sudo buenas carreras. Esta fue incluso peor que Canadá. Yo me dormí.
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12 Abr 2024 - 17:25