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GP de China F1 2018: Un día de ira

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José Miguel Vinuesa
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16 Abr 2018 - 11:36

Transcurridos cinco días desde la estratégica carrera de Baréin, que llevó a Lewis Hamilton a definir a la F1 actual como partidas de ajedrez, llegaba la tercera prueba del campeonato, el Gran Premio de China en el colosal circuito de Shanghái. Un circuito en el que Mercedes llevaba dominando desde la llegada de la era híbrida, y donde en 2012 logró la primera victoria desde su regreso a la F1 en 2010. El lugar en el que Lewis Hamilton estaba casi obligado a retomar la senda de la victoria y dejar de perder puntos con Sebastian Vettel.

Mientras tanto, hubo que solventar algunas polémicas del fin de semana anterior. Max Verstappen y Lewis Hamilton se dieron la mano el jueves, poniendo fin a toda posibilidad de seguir alimentando las críticas por el descalificativo lanzado por el piloto inglés al holandés por su encuentro en pista, y que aumentó por la intervención de Sebastian Vettel en la rueda de prensa ante la vacía pregunta de un periodista al respecto durante la rueda de prensa. Todos los pilotos han dicho y dirán cosas en caliente, y si el afectado mismo no le dio importancia, resulta estéril querer generar un enfrentamiento que en nada beneficia al deporte.

También tuvo que aclarar Pierre Gasly su mensaje de radio posterior a la brillante carrera del domingo, cuando expresó un "podemos luchar" que se tomó por ciertos sectores, especialmente de aficionados españoles, como una burla al mismo mensaje lanzado por Fernando Alonso tras Australia. Gasly, sorprendido por los furibundos ataques en redes sociales, aclaró que se trataba de una broma, que no había maldad. En realidad, intencionalidad hubo en ambos pilotos al lanzar esos mensajes, pero lo que no debería ocurrir es que un piloto o un equipo sea perseguido por algo así. Al contrario, deberíamos alegrarnos de que tanto McLaren como Toro Rosso puedan luchar, en la medida de sus fuerzas y en la zona de la parrilla que les corresponda, durante este 2018.

 

VIERNES

Centrándonos en la pista, que es lo importante, la primera sesión de libres fue utilizada por varios equipos para probar piezas nuevas. Ferrari estrenaba un nuevo suelo para su monoplaza, y también hacía pruebas del alerón trasero con menos carga aerodinámica pensando en el próximo Gran Premio de Azerbaiyán, lo mismo que hizo Mercedes. Y es que la larga recta de China es el lugar propicio para probar un elemento así. Sin embargo, la sesión estuvo marcada por un fuerte viento, e incluso la presencia en algún momento de una ligera lluvia que dio más de un susto. Valtteri Bottas y Lewis Hamilton probaron ligeramente las escapatorias, Kimi Räikkönen tuvo algún derrape intenso y Stoffel Vandoorne se fue ostensiblemente largo. Pero el gran susto se lo llevó Max Verstappen, que estrenaba caja de cambios, en la última curva, cuando casi impacta con el muro. A punto estuvo de empezar cuesta arriba este fin de semana, tras el nefasto Gran Premio de Baréin.

Hamilton acabó por demostrar que el Mercedes se adapta a este circuito como un guante, y fue el único en marcar un tiempo por debajo del 1'34, aunque por poco. Su mejor vuelta fue de 1'33"999, y dejaba a Kimi Räikkönen a 0'359 y a Valtteri Bottas a 0'458. A estos les siguieron Verstappen y Ricciardo, que estrenaba la segunda centralita electrónica. Sebastian Vettel marcaba un lejano 1'34"861, mostrándose bastante incómodo con el comportamiento de su Ferrari. No era una sesión particularmente representativa. Aun así, Carlos Sainz fue octavo, superado por Magnussen, y Fernando Alonso duodécimo, con Vandoorne hundido en la decimoctava posición.

La segunda sesión, pese a estar muy nublado, permitió obtener datos más significativos. Por ejemplo, que los Mercedes devoraban los neumáticos ultrablandos, especialmente el delantero izquierdo, muy castigado aquí por la primera curva y por la rápida curva 13 que da acceso a la larga recta posterior. Todos tenían una degradación bastante acusada, en todo caso, que mejoraba sin embargo en las simulaciones de carrera, y en algunos casos permitía llegar a realizar hasta 16 vueltas. Datos algo confusos, que llevaban a plantearse estrategias inicialmente diversas, que otorgaban a las dos paradas la preferencia con el superblando y luego usar el blando o incluso el medio, que en esta pista sí parecía estar en un rango interesante. Sin embargo, el uso del ultrablando parecía obligatorio en la segunda sesión de clasificación, la que da acceso a la última ronda, y que obliga a empezar la carrera con el neumático usado en ella. Quizás los equipos punteros, Mercedes y Ferrari, pudieran intentar usar el blando entonces, dada su superioridad. Muchas opciones.

 

En pista, Hamilton realizó una vuelta no especialmente buena para colocarse primero con un 1'33"482, en la que tenía claramente mucho margen de mejora. Lo mismo le ocurría a Räikkönen, que se quedaba a 0'007 segundos con una vuelta afectada por tráfico. A su vez, repitiendo las tres primeras posiciones de la primera sesión, Valtteri Bottas se quedaba a 0'033 segundos, con una vuelta tampoco redonda. Y para cerrar la igualdad, Max Verstappen estaba a sólo 0'108 segundos en cuarta posición. Más lejos Vettel, a 0'341, confesando después que su coche tenía mucho campo de mejora. Muy atrás Ricciardo, noveno a 1'075 segundos. Hülkenberg se encaramaba al sexto lugar, seguido de cerca por Magnussen y Sainz, lo que auguraba una lucha cerrada entre Renault y Haas. Porque la distancia con Fernando Alonso y el resto ya era algo más grande. El español de McLaren estaba décimo, pero a algo más de tres décimas de Hülkenberg, y décima y media con Sainz. Mientras tanto, ese segundo grupo medio aparecía algo disperso, pero compacto hasta llegar al salto de Marcus Ericsson, decimoséptimo. Lance Stroll cerraba la tabla, mientras su compañero Sirotkin apuntaba a engancharse a la cola del grupo medio.

Pero eso era en velocidad a una vuelta. Otra lectura daban los ritmos de carrera. Mientras Vettel rodaba en 38 medios y bajos, y Kimi en 38 medios y altos, Lewis Hamilton era capaz de bajar hasta los 37 altos, con un 37'6 como mejor vuelta, enfrente del 38'1 de Sebastian. Bottas estaba más en la línea de Vettel, con un 38'2 como mejor vuelta en simulación de carrera. Los Red Bull, por su parte, tampoco estaban lejos, con Ricciardo con un 38'2 como mejor marca y Verstappen muy consistente con un 38'0 como mejor registro. Ritmos cercanos entre todos, que fluctuaban obviamente según el tipo de neumático utilizado y las desconocidas cargas de combustible. Ferrari no estaba lejos de Mercedes, pero esta era, o debía ser, la fuerza dominante en China.

Aunque todo eso quedó al final algo desdibujado por la lluvia en los últimos 12 minutos sobre el circuito, que puso un final abrupto a las pruebas. Peor fue para Vandoorne un poco antes de eso: su final tuvo que ver con una rueda mal fijada en su McLaren, que le obligó a detenerse llegando a la curva 6. Es muy llamativo la cantidad de ruedas mal fijadas que estamos teniendo en este inicio de campeonato, para alegría de las arcas de la FIA que se embolsó otros 5.000 euros en concepto de sanción a McLaren por este incidente.

 

SÁBADO

La tercera sesión de libres dejó la noticia dramática de la rotura de motor de Daniel Ricciardo, que explotó de manera vistosa. Era un gran contratiempo para el australiano, ya que sólo pudo dar cuatro vueltas. El trabajo de cambio de motor iba a ser frenético. Mientras tanto, los Mercedes cayeron en una espiral de ausencia de rendimiento, hablando siempre en términos relativos. Definitivamente, eran incapaces de poner en la ventana de funcionamiento los neumáticos, mientras que los Ferrari parecían muy cómodos con las temperaturas algo más frías. Sebastian Vettel marcó un 1'33"018 que nadie pudo ni siquiera intimidar, con su compañero segundo a 0’451 segundos y Bottas tercero a 0’743. Hamilton estaba quinto, a 1’039, y con un susto muy importante, que pudo salvar sin más consecuencias. Unas distancias excesivas. ¿Reales? Puede que Mercedes estuviera escondiendo algo. Sólo la clasificación lo diría.

 

Pero ya desde la primera sesión de clasificación se vio que algo no estaba en orden en las Flechas de Plata. Mientras tanto, en Red Bull tenían problemas mayores con acabar la instalación del motor de Ricciardo, algo que lograron a falta sólo tres minutos, cuando el australiano salió a pista para un único intento, y logró colocarse decimocuarto. Mientras tanto, Sebastian Vettel se había colocado primero con un 1'32"171, que dejaba de nuevo a Hamilton a más de un segundo. Nadie mejoraría ese registro, con Kimi a 0'303 segundos. Las posiciones en la cabeza parecían muy definidas, con un Verstappen y Grosjean que relegaban a Hamilton a la sexta posición. 

La sorpresa, quizás relativa, fue que Pierre Gasly cayó eliminado en decimoséptima posición en la primera sesión después de su espectacular prestación en Baréin, y más cuando Brendon Hartley sí que pasó el corte. A él le acompañaron los Williams, y cerrando la tabla los dos Sauber. Ninguno tenía opciones de haber pasado, quizás sólo Sirotkin que se quedó a las puertas por unas pocas décimas.

La segunda sesión mostró a las claras el juego estratégico de Ferrari y Mercedes. Utilizaron el compuesto blando, porque definitivamente tenían el ritmo para hacerlo. Los demás usaban el ultrablando en busca de la velocidad que les permitiese pasar a la última sesión. Incluso con este neumático, Ferrari estuvo intratable desde el inicio: 1'32"286 para Räikkönen, mejorando su tiempo en la Q1, y a una décima Vettel. Los Mercedes se quedaron otra vez lejos, aunque luego maquillaron la distancia con una segunda vuelta sin detenerse. Finalmente, en un último intento de nuevo con blandos, marcaron los mejores tiempos. Hamilton se colocó primero con un 1'31"914, seguido de Bottas décima y media. Por un momento, ambos parecían haber recuperado las buenas sensaciones con sus monoplazas. Los Ferrari salieron con ultrablando, generando un cierto revuelo: era sólo una prueba para la siguiente sesión, porque su plan estratégico se mantenía firme.

En la cruda batalla por no caer eliminado, los daminificados fueron Magnussen, sorprendentemente, seguido de Ocon, Alonso, Vandoorne y Hartley. Los dos primeros eran poco esperables, viendo la prestación de sus compañeros, pero sí que era más predecible con los McLaren, otra vez sin ritmo a una vuelta. Los juegos de rebufos entre Alonso y Vandoorne no dieron la velocidad extra para entrar a la última sesión. Sí que estaría en ella Carlos Sainz, que se colocó décimo en los últimos compases. Sin embargo, Hülkenberg estaba en una espectacular quinta posición, superando con creces a los dos Red Bull.

 

Y entonces, llegó la Q3. Ya no había nada que esconder. Y entonces salió a relucir una velocidad impresionante de ambos Ferrari. Fueron intocables durante toda la sesión. En el primer intento, Kimi se colocó primero con un gran tiempo de 1'31"200, al que sólo pudo responder en la cercanía Vettel, a 0'161 segundos, con un pequeño error a la salida de la gran curva inicial. Bottas a 0'425, Hamilton a 0'475. Mucho más cerca de los Red Bull, que estaban por detrás, que de los Ferrari. Más en peligro que peligrosos. 

La pole era cosa de los pilotos de Maranello. En el segundo intento, Räikkönen fue capaz de mejorar ligeramente su tiempo, pero por detrás llegaba un majestuoso Vettel, todo precisión en su monoplaza, fino como en los días de gloria con los Red Bull. Sacando a relucir que es un gran calificador ensombrecido por el rodillo de los últimos años de Hamilton. No fue mucho, apenas 0'087 segundos mejor que su compañero, pero lo justo como para volver a dejar sin pole a un finlandés que está realmente en un estado de forma impecable en este principio de año. La imagen estaba en los Mercedes: Bottas no mejoraba su tiempo, y Hamilton abortaba finalmente su vuelta tras un error en la horquilla al final de la larga recta trasera. La imagen era de derrota sin paliativos, con la única esperanza de tener la velocidad en carrera, si lograban poner en forma sus neumáticos. 

Quinto fue Verstappen, superando a su compañero Ricciardo. Tres filas, tres equipos, un indicador claro de quién, y en qué orden, domina la F1 en este preciso instante. El mejor del resto fue un Nico Hülkenberg que se mostraba muy sólido en este circuito, justo por delante de un recuperado Sergio Pérez, lo que es una buena noticia, pese a que superó a Carlos Sainz, que esta vez sí que pudo dejar atrás la décima posición. Esta sería para Romain Grosjean, con un Haas que perdía un poco de fuelle en esta pista. Y aún así, la zona media estaba muy compacta e interesante.

Hamilton volvía a ser superado por Bottas, pero sobre todo por los Ferrari. La situación era justo la contraria a la esperada en esta pista, feudo tradicional de Mercedes en los últimos años. En Australia, nos echábamos las manos a la cabeza por la distancia en clasificación de los Mercedes respecto a los Ferrari, en manos de Hamilton. Y ahora, esas mismas distancias se dan al revés en la tercera carrera. La velocidad, por dos fines de semana, estaba en manos de Ferrari. Sólo tenía que no desperdiciarla en la carrera.

 

DOMINGO

Un sol que calentaba la pista a 35 grados era lo que esperaba a los pilotos el domingo, unas condiciones muy diferentes a las del resto del fin de semana. El calor, en principio, era un punto a favor de Ferrari, pero no son los únicos que funcionan mejor con calor. Los dos rivales por el título estaban separados por sus compañeros, y por las estadísticas: Hamilton era el más exitoso de la historia de Shangai, y Vettel llevaba nueve años sin ganar en esta pista.

Al apagarse los semáforos, Räikkönen salió mejor que Vettel, y Bottas mejor que los dos, pero Vettel se centró en defenderse de su compañero, de modo que eso facilitó el ataque del piloto de Mercedes, que superó a Räikkönen con facilidad. Peor aún para el finlandés de Ferrari, se veía superado por Verstappen y atacado por Hamilton. Precisamente el inglés, que no había salido mal, volvió a pecar de conservador, y ello le llevó a no recuperar algunas posiciones que por impulso podría haber logrado.

 

Al paso por meta, Vettel era el líder con un incómodo Mercedes, el de Bottas, a la espalda, seguidos por Verstappen, Räikkönen, Hamilton, Ricciardo, Hülkenberg, un buen Sainz, Grosjean, Magnussen, Alonso, un fantástico Stroll que ganó seis posiciones, Ocon, un decepcionante Pérez que perdió varias posiciones tras un encuentro con Alonso, Sirotkin, Vandoorne, Hartley, Leclerc, Gasly y Ericsson. Desde ahí, Vettel empezó a escaparse ligeramente de Bottas, controlando sin problemas el ritmo de carrera. De hecho, al activarse el DRS, nadie de los de cabeza lo tenía disponible con el piloto de delante, prueba de la estandarización de la carrera en las primeras fases.

Mientras tanto, Alonso intentaba desembarazarse de Grosjean, pero el francés no daba su brazo a torcer. A partir de ese momento, la carrera entró en una fase de quietud en espera de las paradas en boxes, momento clave en la estrategia al tratarse de una carrera a una parada. Los pilotos con ultrablandos empezaron a parar pronto, como Hartley en la 11, Sainz en la 13 o Hülkenberg en la 13, todos optando por los neumáticos medios. Es la misma estrategia que en la vuelta 18, en una magistral doble parada de Red Bull, realizaron Verstappen y Ricciardo. Aunque Hamilton paró una vuelta después, Verstappen seguía delante, mientras Vettel tenía una ventaja de algo más de tres segundos con Bottas.

Pero Bottas paró en la 20, moviendo la estrategia de Ferrari, que con Räikkönen no había reaccionado a Hamilton o Verstappen. Bottas colocó también el medio, pero Ferrari reaccionó un poco tarde con Vettel, esperando tener mejor ritmo aún con los blandos. Para cuando realizaron el cambio de neumáticos, el mejor ritmo del finlandés, y una parada un segundo más lenta que la de Mercedes, permitió a Bottas salir justo por delante del alemán, con una ventaja de poco más de un segundo: justo lo perdido en boxes. Räikkönen era líder ficticio, y Ferrari ya no tenía más remedio que dejarlo en pista. Eso permitió que en la vuelta 25, al acercarse Bottas al líder, el de Ferrari lo aguantase todo lo que le era posible, propiciando el acercamiento de Vettel, que entraba en zona de DRS con Bottas. El de Mercedes superó a su compatriota, y acto seguido Räikkönen dejó pasar a Vettel. La lucha por la carrera estaba en todo lo alto, mientras al final de esa vuelta, en la 28, Kimi paraba a por neumáticos medios, y se preveía una debacle en su carrera.

 

Vettel lo intentaba con Bottas, pero pese a gozar del beneficio del DRS no era capaz de incomodar realmente al finlandés. Y entonces, todo cambió. Era la vuelta 30, y Pierre Gasly interpretó que su compañero Brendon Hartley le abría la puerta para adelantarle en la horquilla. Craso error, porque el neozelandés se cerró, y el contacto fue inevitable, si bien a Gasly se le impondría una sanción de 10 segundos. Los restos en pista obligaron a sacar el coche de seguridad. Y ahí Red Bull realizó la jugada maestra de volver a llamar a sus dos pilotos a la vez para colocar neumáticos blandos: durarían hasta el final de carrera, y serían más competitivos. Ni Ferrari ni Mercedes siguieron esa estrategia.

Al retirarse el coche de seguridad en la vuelta 36, a falta de veinte para el final, la carrera se volvió loca. Bottas mantuvo su posición con holgura, como los demás en cabeza, salvo Alonso y Sainz que pasaron a Magnussen. Bottas era líder, seguido de Vettel, Hamilton, Verstappen, Räikkönen y Ricciardo. Valtteri abrió un poco de hueco, como Sebastian respecto a Lewis, que empezaba a ser presionado por Verstappen. A su vez, en la vuelta 37, Ricciardo adelantaba a Kimi para ponerse quinto. Dos vueltas después, en la 39, Verstappen decidió ir a por Hamilton, pero en las eses enlazadas lo intentó por fuera, y tuvo que tomar la escapatoria ante la férrea defensa de Hamilton. Y ahí comenzó el quebranto de Max, que perdió dos posiciones. Por el contrario, Ricciardo se mostraba calmado, seguro, y en la 40 decidió atacar desde muy lejos a Hamilton en la horquilla a final de recta. Fue un adelantamiento vibrante que cogió por sorpresa a Hamilton. El australiano ya era cuarto.

Poco esperaría en esa posición, pues en la vuelta siguiente hizo lo mismo con Vettel para auparse al segundo lugar, y comenzó a aproximarse a Bottas. El neumático blando estaba marcando la diferencia en los de cabeza, con un rendimiento estupendo en los Red Bull. Tanto que en la vuelta 41, Verstappen adelantó a Hamilton, esta vez sí. En todo caso, Lewis estaba desconocido, incómodo, blando en sus defensas y nulo en sus ataques. Eso lo aprovechó Räikkönen para acercarse y ponerle presión al vigente campeón del mundo. Lo mismo estaba haciendo con Vettel el Red Bull de Verstappen. Era la vuelta 43, y el momento clave de la carrera estaba a punto de suceder.

Max cogió el rebufo, accionó el DRS y se dispuso a atacar a Vettel en la recta trasera. Pero se lanzó un poco tarde en la hoquilla, y el resultado fue que tocó a Sebastian Vettel, que hizo un trompo junto con el holandés, acelerando con vehemencia para recuperar el rumbo, aunque dañando sus neumáticos de paso. También el suelo del coche estaba dañado. Sebastian era séptimo. Poco después impondrían una sanción a Verstappen de 10 segundos.

Dos vueltas después, Ricciardo mostró la mejor de las caras de los adelantamientos. Otra vez desde lejos, pero en la curva 4, se decidió a atacar a Bottas, que cerró con agresividad la puerta. Pero nada iba a parar la fuerza arrolladora que era Ricciardo a esas alturas, así que tomó el liderato y comenzó a escaparse. Nadie iba a poder con el Red Bull de Daniel, que tras la gran decepción de Baréin, y el contratiempo de cambiar el motor, se encontraba con la victoria en la mano tras haber luchado por ella.

Bottas era incapaz de seguir su ritmo. Al contrario, Räikkönen, con el mismo neumático medio pero más nuevo, se le acercaba peligrosamente, hasta el punto de disponer de DRS. Quien también lo tenía respecto a Vettel era Fernando Alonso, hasta que en la vuelta 55 lo adelantó de manera muy ajustada en la curva 2: el clásico movimiento asfixiante en el que no se deja pista al rival, y de hecho Vettel tuvo que irse por fuera. Fernando fue el piloto implacable de los mejores días para tomar la séptima posición, frente a un Vettel sin defensa alguna que a duras penas resistió luego los ataques de Carlos Sainz.

 

Por delante, la sonrisa de Daniel Ricciardo inundó la línea de meta al pasar bajo la bandera a cuadros. Una carrera muy variable, en la que Red Bull supo arriesgar con la estrategia para ganar. Daniel estuvo ejemplar, perfecto, sin mácula en carrera. El Red Bull no está a la altura de Mercedes o Ferrari, pero no está tan lejos como para no poder aprovechar estas oportunidades, y en manos de Ricciardo suelen materializarse. Lo comprobó en sus carnes un brillante Valtteri Bottas, que hizo todo bien y tenía la victoria muy encarada hasta el coche de seguridad. Por estrategia habían doblegado a Ferrari, y por estrategia les habían doblegado a ellos. Tercero llegó un Kimi Räikkönen que pudo enderezar un fin de semana que prometía más, y que tras la parada parecía un desastre.

Y entonces, cuarto, llegó Lewis Hamilton, que reconocía después que en China Verstappen le había ayudado. Y mucho. Lewis se encaminaba a un resultado muy pobre, y se encuentra sin haber destacado para ello con un buen cuarto puesto vistas las cosas, que le permiten recortar mucho la distancia que había construido Vettel, y salvar lo que podría haber sido un bocado muy importante de su rival por el título. Sin embargo, Lewis no puede resquebrajarse ante las adversidades, ni mostrarse tan apático, conservador y cuidadoso en pista si quiere ganar este mundial. Cierto, un abandono es un peligro a evitar, pero lleva dos carreras siendo muy conservador, algo desconocido en él.

Quinto, tras la sanción, fue Max Verstappen. Absolutamente descontrolado toda la carrera. Una carrera que, con más calma, podría y debería haber sido suya, pues estaba por delante de Ricciardo. Red Bull ya le avisa de que necesita calmarse, seguir en definitiva el ejemplo de Ricciardo. Porque con su estrategia, tenía las posiciones ganadas, pero le pudo la impaciencia, y con ello se perjudicó a sí mismo y especialmente a Sebastian Vettel. Se puede discutir que la sanción es escasa, pero estaba el idéntico precedente de Gasly. Que Max es un gran talento es indiscutible, que es excitante verlo en pista, también, y que sus rivales lo temen cuando lo ven por los retrovisores, algo obvio. Un poco de calma, muy necesaria tras tres carreras con demasiados errores.

En sexto lugar, otro piloto inteligente, Nico Hülkenberg, que aprovechó todas sus oportunidades para lograr un muy buen resultado para sí y para su equipo. Estuvo siempre con un ritmo muy interesante, aunque lejos de los tres mejores equipos. Lo mismo que Fernando Alonso, que llegó séptimo tras enfrentarse de nuevo con un renqueante Vettel. A Alonso se le vio disfrutar, y eso es lo mejor que podemos tener en este momento. Vuelve a sacar lo imposible de donde no lo hay, más si vemos que Vandoorne quedó decimotercero con el mismo coche y con posibilidades similares.

Octavo, en una debacle muy importante, Sebastian Vettel. Importante no por su culpa, sino porque lo que podría haber sido una victoria se convirtió en un podio que se fue esfumando hasta que se desmoronó por la embestida de Verstappen. Sus quejas son amargas, aunque no cargó las tintas contra Verstappen, admitiendo que aunque debería tener más control, son incidentes de carrera que pueden suceder. Lo positivo para Vettel es que, aunque ve reducida su ventaja, el Ferrari parece un coche muy equilibrado y posiblemente a la par que Mercedes. No es un buen resultado, pero sigue líder. Nadie hubiera apostado por ello. Y a la vez, las oportunidades perdidas se acaban pagando.

Noveno fue Carlos Sainz, que cierra un Gran Premio de nuevo en los puntos tras no poder hacerlo en Baréin por poco. Mantuvo su posición de salida en una carrera tan volátil, mientras sigue adaptándose a un coche al que por ahora su compañero le saca más jugo. La velocidad no se esfuma de repente, y Carlos maneja este difícil inicio de año con la tranquilidad que acostumbra. Cerrando los puntos, Kevin Magnussen, sacando algo de beneficio de un coche que podría haber estado más arriba, pero que sólo él supo llevar a los puntos, mientras Grosjean palidecía en decimoséptimo lugar. Cada vez debe doler más la gran oportunidad perdida de Australia. Fuera de los puntos, los Force India, pese a que su progreso es palpable respecto a Australia. Volvieron a encontrarse los dos pilotos que tantos momentos peliagudos dejaron el año pasado, pero esta vez no hubo sobresaltos. Esteban Ocon acabó justo por delante de Sergio Pérez, que aunque no tuvo un gran inicio de carrera, se supo reponer. Serán un rival serio, de mantener esta línea, en el grupo medio.

Williams sigue muy detrás, aunque hubo alguna luz en China. Quizás el trabajo de Paddy Lowe en la sede del equipo dio algunas soluciones a los problemas. El camino es largo, pero el decimocuarto de Lance Stroll es al menos algo mejor que lo visto en Baréin, con Sirotkin decimosexto. La decepción fue Toro Rosso. Ni en clasificación ni en carrera estuvieron al nivel de Baréin: Gasly fue decimosexto, y Hartley abandonó a falta de cinco vueltas. La tabla la cerró Charles Leclerc, que por primera vez había superado a Ericsson en clasificación. Pero los Sauber siguen siendo el farolillo rojo, y ni el francés, ni sobre todo el sueco, pudieron repetir las impresiones del anterior Gran Premio.

Ahora toca reflexionar durante dos semanas, hasta que llegue el Gran Premio de Azerbaiyán, de complicado recuerdo por los acontecimientos del año pasado. Verstappen debe pensar. Pero también debe hacerlo Lewis, para retomar el control de la situación, porque lo de China fue un regalo inesperado, ya que nunca hubiera acabado por delante de Vettel. Y sin embargo, ahora está a nueve puntos. Y junto a ello, Ferrari como conjunto deberá meditar sobre cómo perdieron un Gran Premio que podrían haber ganado. Por cómo Mercedes ya les ha superado en la clasificación de constructores. Porque el Ferrari parece realmente a la altura, si no mejor, que el Mercedes. Y las oportunidades no pueden dejarse escapar nunca. Mercedes no perdona a inocentes.

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8 comentarios
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16 Abr 2018 - 18:01
Excelente como siempre. Después de 42 años viendo F1, es indudable que sé, que nada está escrito hasta la bandera a cuadros, pero fue muy doloroso ver como el equipo Feŕrari se deja robar la billetera, no una sino dos veces. Viendo lo visto, hacer una parada rápida y montar medios habría puesto emosión al final y no el dramatico descalabro. Con todo, excelente artículo. Saludos.
16 Abr 2018 - 17:57
#3 Pues me da que el problema de ferrari arranca rn la salida, cuando vettel cierra a kimi, opinion per ... Ver comentario
estoy de acuerdo, no me gustó la salida de Vettel, se va demasiado sobre Kimi en vez de tapar a Bottas y buscar la trazada mas cerca de la curva, era para haber arrancado el gp con Kimi - Seb - Bottas, ahí se abría otro panorama para Ferrari... me parece un gran piloto Vettel como he dicho otras veces, pero esta salida en china mmm....
16 Abr 2018 - 16:49
#5 @#4 Estimado GoProst. Lamento profundamente un error tan flagrante en mi análisis, y te agradezco m ... Ver comentario
Muchas gracias! Fue llamativo leer sobre el 9no lugar logrado por Kevin Magnusen y el punto logrado por Sergio Pérez. Entiendo perfectamente que aquello fue un error, y cuando dije que lo ignoraron, fue por ironía. Saludos! y mis disculpas.
16 Abr 2018 - 16:18
#4 Respecto de la carrera dice: 'Noveno fue Kevin Magnussen,...'. Es cierto que a Carlos Sainz este añ ... Ver comentario
Estimado GoProst. Lamento profundamente un error tan flagrante en mi análisis, y te agradezco mucho tu puntualización, gracias a lo cual ya ha sido corregido. Con sinceridad, ignoro qué se me pasó por la cabeza para distorsionar así la clasificación y sustraer dos merecidísimos puntos a Carlos Sainz, al que de ningún modo ignoro, sino que estoy muy pendiente de él. Por desgracia no está teniendo un inicio de año redondo, sufre con el Renault, pero todos esperamos -y yo estoy convencido- que revertirá la situación. Mientras tanto, sigue sumando, que es lo importante. Muchas gracias por tu atención. Un saludo, y nos leemos.
16 Abr 2018 - 13:55
Respecto de la carrera dice: "Noveno fue Kevin Magnussen,...". Es cierto que a Carlos Sainz este año se lo ve realmente perdido en Renault y recibiendo una verdadera paliza frente a su compañero de equipo, pero tampoco es tanto como para que lo ignoren...
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eluru
16 Abr 2018 - 13:35
Pues me da que el problema de ferrari arranca rn la salida, cuando vettel cierra a kimi, opinion personal, se le fue la mano, le abrieron la puerta a los demas. Son incidentes de carrera, pero al final tuvo mucho que ver.
Sebas
16 Abr 2018 - 12:41
Gran articulo, como siempre. Realmente a Ferrari se le puso todo en contra de esta vez, otras se le pone a favor, las carreras son así, no hay que hacer una tragedia de lo sucedido. Me quedo con que se ve una Ferari fuerte, tanto de pilotos como de auto y equipo, si el rumbo sigue así, veremos carreras entretenidas donde puede ganar cualquiera.
16 Abr 2018 - 12:28
Felicidades de nuevo, excelente artículo y detallada descripción del mismo. Lentos esta vez en Ferrari para el cambio de neumáticos.... Por otro lado, la cambio de neumáticos con el Safety Car, a Bottas y Vettel, creo que les pilló ya tarde, ya habían pasado la entrada a boxes cuando salió el SC, Max, que venía a más de 5 seg de ellos, como explicaba Horner: "Max acababa de salir de la curva 14 cuando salió el coche de seguridad, así que fue una decisión muy tardía, pero estábamos listos para eso " y a más de 6 seg de Max venía Ricciardo, perfectio para Red Bull. En Ferrari, Kimi había cambiado neumáticos hacía 4 vueltas, en Mercedes, Hamilton ya llevaba 13 vueltas con ese neumático, y si que lo podrían cambiar, pero Mercedes y Hamilton con los más blandos, no tienen demasiado beneficio, creo que es lo que debieron pensar.
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12 Abr 2024 - 17:25